lunes, 30 de agosto de 2010

Productos congelados: Verdades y mentiras

Aunque están presentes en el 97% de los hogares españoles, hoy en día aún existen ciertas creencias erróneas sobre los productos congelados que compramos en los mercados. Te contamos las verdades y mentiras relacionadas con estos alimentos:

Verdadero: la congelación industrial permite mantener y preservar el valor nutricional, la frescura y el sabor de los alimentos, es decir, todas sus características organolépticas.
  • Durante la congelación se utilizan conservantes y sustancias químicas.
Falso: el proceso de congelación consiste básicamente en la conversión del agua que contienen los alimentos en hielo como consecuencia de su exposición a temperaturas muy bajas.

  • Los alimentos congelados ofrecen todas las condiciones de seguridad e higiene.
Verdadero: la congelación detiene el proceso natural de desarrollo de microorganismos en cualquier alimento (según los expertos, por debajo de menos 18ºC no es posible la proliferación de bacterias).
  • Es mejor comprar alimentos congelados que adquirirlos frescos y congelarlos después.
Verdadero: cuanto menos tiempo pase entre la captura/recolección del producto y su congelación, mejor se mantendrán sus cualidades.
  • Los alimentos congelados son ‘eternos’.
Falso: no lo son. De hecho, si los observamos, todos ellos tienen fecha de caducidad.
  • No es recomendable congelar un alimento después de haberlo descongelado.
Verdadero: al romperse la cadena de frío se altera el producto y puede cambiar su calidad.
  • Todos los alimentos se descongelan del mismo modo.
Falso: los envases indican la mejor forma de consumir el producto (la mayoría de los alimentos congelados envasados no necesitan descongelación y pueden ser cocinados directamente).

Fuente: hola.com 

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